CONSEJERO DELEGADO REALIZA INSPECCIÓN Y COMPRUEBA TALA INDISCRIMINADA EN MÓRROPE

Ante la denuncia de los integrantes de la comunidad campesina del distrito de Mórrope sobre la deforestación de los bosques secos del sector Pañalá a consecuencia de la tala indiscriminada, el consejero delegado de Lambayeque, Pedro Cisneros Calderón realizó una inspección y corroboró
esta problemática.
Acompañado de los dirigentes de la Asociación de Apicultores de Mórrope, el representante del pleno regional verificó que personas inescrupulosas viene talando tiernos ejemplares de sapotes, algarrobos y faiques, que luego son convertidos en leña y carbón.
Mencionó, que a nivel del Consejo Regional se discutirá la declaración de zona intangible de 50 mil hectáreas de Pañalá, teniendo en cuenta que existen especies forestales en vías de extinción como charamusco, aromo, vichallo, paja blanca, chilco, yuca de monte, entre otras.
Indicó que esta problemática deberá ser tratada por el ministro del Medio Ambiente, Antonio Brack, y por el presidente del Congreso de la República, Javier Velásquez Quesquén.
Recordó que el parlamentario lambayecano, en su última visita a nuestra ciudad, asumió el compromiso de solucionar, conjuntamente con las autoridades, los problemas sectoriales, siendo la deforestación un aspecto pendiente.
Cisneros Calderón aclaró que el gobierno regional no tiene competencia para actuar frente a este problema, sin embargo, advirtió que se podrá intervenir cuando se transfieran las competencias respectivas, que en la actualidad son manejadas por INRENA. El tema será coordinado con la Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Apicultores de Mórrope (APIBOS), Alberto Valdera Santisteban, narra que personas inescrupulosas, vinculados a las mafias del tráfico de carbon, ingresan a los bosques y talan los sapotes y algarrobos que aún no cumplen su ciclo normal de crecimiento.
Incluso, revela que el programa de reforestación que impulsó el entonces Proyecto Algarrobos en 1998 después del fenómeno El Niño, ha fracasado debido a que hasta los árboles de menos de 5 metros de altura ahora son depredados.
“Después de las lluvias, el Gobierno realizó una siembra directa de semillas de algarrobo. Han pasado 10 años y a pesar que aun son pequeños, los taladores optan por cortarlos sin darse cuenta del daño que ocasionan al ecosistema”, refiere.
El dirigente, informa que la leña es retirada en carretas hasta los centros de acopio que existen en cada caserío, para luego ser transportada en camiones hasta diferentes puntos del país, sin que la policía y las
autoridades competentes hagan algo al respecto.
“La leña también es utilizada en las fábricas de yeso ubicadas en la jurisdicción de Mórrope a lo largo de la Panamericana Norte”, señala.
Alberto Valdera, indica que estas personas no cuentan con los permisos forestales por parte de INRENA para el aprovechamiento sostenible de los bosques.
Aclara que si bien los principales depredadores son personas ajenas a la comunidad, algunos malos dirigentes están autorizando la invasión de habitantes en extensas áreas de los bosques, así como para la instalación de empresas privadas que apuestan por los cultivos de agroexportación.
Indica que “la inversión es buena porque genera fuentes de trabajo y es una oportunidad de desarrollo para la comunidad, pero también es indispensable respetar el bosque. La ampliación de la frontera agrícola
significará talar miles de hectáreas de árboles”.
Hay que indicar, que destruir un bosque ocasiona alteraciones climáticas, reducción de la biodiversidad de las diferentes especies de plantas y animales, sequias e inundaciones, y por ende el calentamiento glogal de la tierra, ya que al no contar con árboles no se puede eliminar el exceso de dióxido de carbono en la átmosfera.

CONSEJERO DELEGADO REALIZA INSPECCIÓN Y COMPRUEBA TALA INDISCRIMINADA EN MÓRROPE

Ante la denuncia de los integrantes de la comunidad campesina del distrito de Mórrope sobre la deforestación de los bosques secos del sector Pañalá a consecuencia de la tala indiscriminada, el consejero delegado de Lambayeque, Pedro Cisneros Calderón realizó una inspección y corroboró
esta problemática.
Acompañado de los dirigentes de la Asociación de Apicultores de Mórrope, el representante del pleno regional verificó que personas inescrupulosas viene talando tiernos ejemplares de sapotes, algarrobos y faiques, que luego son convertidos en leña y carbón.
Mencionó, que a nivel del Consejo Regional se discutirá la declaración de zona intangible de 50 mil hectáreas de Pañalá, teniendo en cuenta que existen especies forestales en vías de extinción como charamusco, aromo, vichallo, paja blanca, chilco, yuca de monte, entre otras.
Indicó que esta problemática deberá ser tratada por el ministro del Medio Ambiente, Antonio Brack, y por el presidente del Congreso de la República, Javier Velásquez Quesquén.
Recordó que el parlamentario lambayecano, en su última visita a nuestra ciudad, asumió el compromiso de solucionar, conjuntamente con las autoridades, los problemas sectoriales, siendo la deforestación un aspecto pendiente.
Cisneros Calderón aclaró que el gobierno regional no tiene competencia para actuar frente a este problema, sin embargo, advirtió que se podrá intervenir cuando se transfieran las competencias respectivas, que en la actualidad son manejadas por INRENA. El tema será coordinado con la Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Apicultores de Mórrope (APIBOS), Alberto Valdera Santisteban, narra que personas inescrupulosas, vinculados a las mafias del tráfico de carbon, ingresan a los bosques y talan los sapotes y algarrobos que aún no cumplen su ciclo normal de crecimiento.
Incluso, revela que el programa de reforestación que impulsó el entonces Proyecto Algarrobos en 1998 después del fenómeno El Niño, ha fracasado debido a que hasta los árboles de menos de 5 metros de altura ahora son depredados.
“Después de las lluvias, el Gobierno realizó una siembra directa de semillas de algarrobo. Han pasado 10 años y a pesar que aun son pequeños, los taladores optan por cortarlos sin darse cuenta del daño que ocasionan al ecosistema”, refiere.
El dirigente, informa que la leña es retirada en carretas hasta los centros de acopio que existen en cada caserío, para luego ser transportada en camiones hasta diferentes puntos del país, sin que la policía y las
autoridades competentes hagan algo al respecto.
“La leña también es utilizada en las fábricas de yeso ubicadas en la jurisdicción de Mórrope a lo largo de la Panamericana Norte”, señala.
Alberto Valdera, indica que estas personas no cuentan con los permisos forestales por parte de INRENA para el aprovechamiento sostenible de los bosques.
Aclara que si bien los principales depredadores son personas ajenas a la comunidad, algunos malos dirigentes están autorizando la invasión de habitantes en extensas áreas de los bosques, así como para la instalación de empresas privadas que apuestan por los cultivos de agroexportación.
Indica que “la inversión es buena porque genera fuentes de trabajo y es una oportunidad de desarrollo para la comunidad, pero también es indispensable respetar el bosque. La ampliación de la frontera agrícola
significará talar miles de hectáreas de árboles”.
Hay que indicar, que destruir un bosque ocasiona alteraciones climáticas, reducción de la biodiversidad de las diferentes especies de plantas y animales, sequias e inundaciones, y por ende el calentamiento glogal de la tierra, ya que al no contar con árboles no se puede eliminar el exceso de dióxido de carbono en la átmosfera.