Nota de prensa

El 31 de octubre de cada año se reconoce como el Día Mundial de las Ciudades, iniciativa que nace en la Asamblea General de la ONU en 2014, siendo el propósito el de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.
La pandemia de COVID-19 ha llamado la atención del mundo sobre la urgente necesidad de priorizar la planificación urbana sostenible y el desarrollo de nuestras ciudades y pueblos, que se han convertido en epicentros de la propagación de enfermedades, especialmente en asentamientos informales y no planificados. Se ha demostrado claramente el papel del trabajo comunitario para hacer que las ciudades sean resilientes y funcionales. En asentamientos informales y barrios marginales, las comunidades están lidiando con las dificultades adicionales creadas por la COVID-19, pero aún hacen una contribución significativa a las respuestas locales.
Se resalta el valor económico, social y ambiental que aportan las comunidades locales, por ello es necesario que el Estado a través de sus políticas e inversiones le den un papel más amplio a través de paquetes de estímulo del gobierno para la creación de empleo, la prestación de servicios esenciales, transformación económica ecológica, provisión de vivienda, espacios público adecuados y el restablecimiento de las cadenas de valor local.
El Secretario General de la ONU en su Informe de Política sobre "COVID-19 en un Mundo Urbano" pidió la participación de las comunidades como socios de respuesta y en su mensaje declaró: "las ciudades son el hogar de una extraordinaria solidaridad y resiliencia. Extraños ayudándose unos a otros, calles vitoreando en apoyo de trabajadores esenciales, empresas locales donando suministros que salvan vidas. Hemos visto lo mejor del espíritu humano en exhibición".

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